domingo, 31 de octubre de 2010

Los ejes equivalentes del presente

Me permito una vez mas escribir, luego de esos parates necesarios que caracterizan al blog, pues para escribir es necesario vivir, tener algo que contar, y en segundo lugar, quizas la caracteristica mas indispensable: contar con tiempo.
Parte del título es dedicada al "Deber" pero no en sentido del ideal ético, mas bien emprendida tal definición al acto de la "Deuda". Debo pagar esta factura, tal otra, entregar trabajos pendientes, ir tal día a determinado lugar, hace esto, hacer lo otro. Y así la lista puede seguir, y que mejor que tener algo que hacer! Tareas, deberes, y así ser recompensados con el acto satisfactorio del "cumplimiento", dichosos los que deseen bailar en el extremo de esa cuerda soltando una risa sutíl cuando asoma el abismo, pues bien me declaro ajeno a esa carrera infinita perfectible, me declaro dueño de los ejes, de mis ejes...
Aquellos ejes que son capaces de atisbar mi rostro, cual reflejo en el espejo. Como si de una excursión se tratase, visitamos lugares hermosos, poniendo tanto enfasis en tomar fotografías que nos olvidamos de las mas importantes, aquellas que son tomadas con nuestros propios ojos, y nuestras manos no conocen tales lugares ya que estamos obsesionados con las renombradas fotografías, las superficies, los sentidos, tocar...sentir...
Y esta es una buena analogía del tema planteado, ¿Y el presente? ¿Cuando es hoy? ¿Cuando es ya y ahora? Cuando te observaste esta mañana en el espejo, ¿Eras vos? ¿O simplemente buscaste estar preparado correctamente para salir a la calle?¿Escuchaste realmente que te dijo tu rostro y tus ojos?
El alma hubiera bailado de la alegría si al mirarte en el espejo, te hubieras detenido cinco segundos para felicitarte por los logros alcanzados, por la sabiduría adquirida, por las sensaciones vividas, por los secretos de tu piel, realmente que alegre hubiera estado, pero no hay tiempo, hay que darse prisa, los horarios nos dominan convirtiendonos en esclavos, y las fechas son los reyes de este feudo de responsabilidades dilemáticas, cumpliste o no cumpliste.
No existen motivos para negarlo alguna vez estuve en ese bando, pero a la larga siempre me costó caro, el grado de stress acumulado siempre explotaba con las personas menos indicadas, las depresiones sin explicación, los enojos sin fundamento, la sensación de mareo total, el sentimiento de incertidumbre, el miedo al futuro. En fin fueron un gran pie para dejar de creer en los "ismos" y creer en los ejes equivalente del presente, en lo que importa cada día, en lo que importa hoy, no obstante siguan corriendo, lleguen primero, yo opto humildemente por lleguar, por el hecho de alcanzar la meta a mi tiempo.
Entre tanto ahora es tiempo de volver a ese ciclo, como al comienzo, ese comienzo, me encontré y ya no estaba como yo mismo me había dejado, estaba siguiendo esa curva de aprendizaje que me va fortaleciendo progresivamente, entendiendo los porques de los personajes que van transcurriendo a lo largo de la obra, estaba ya dentro de los ejes equivalentes del presente.

1 comentario:

  1. Buenísimo,más que lisonja, es una verdad que esponja, estremece, más que un viernes 13, sabes que hay tanto que escribir y no hay tiempo para vivir, el hoy y los trabajos nos absorven, nos consumen, nos alejan del "yo" tan tímido a veces, muy buena tu reflexión...nos seguimos =)

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